domingo, 5 de mayo de 2013

Estabilidades


Se hallaba dentro de la bolsa que escondía bajo su cama. El nombre había sido acuñado por su compañero de piso tras escuchar el secreto para deshacerse de las ataduras e inhibiciones que la vida le trataba de imponer. Hasta ahora sólo lo había utilizado en una ocasión, apenas un par de años antes, y hoy, como entonces, la estabilidad aparente de su vida debía ser atacada, destruida.

Cómo podía haber llegado a la situación actual, se preguntaba, y seguir viviendo con aquel individuo con quien no compartía más que una hipoteca y un hijo; cómo había acabado elaborando informes de auditoría contable, doce horas al día, para aquella consultora multinacional; cómo había renegado de libros, esculturas, cervezas, risas, escrituras desorganizadas, charlas; cómo se había resignado a rechazar a sus amigos, sustituyéndolos por jaquecas simuladas, cenas con suegros y comentarios triviales de vecinos en el zaguán de entrada de la urbanización; cómo había renegado de sus principios, de sus inquietudes, de sus anhelos; cómo...

Decidida, abrió el bolso y obtuvo de él, aliviada, el “desestabilizador de vidas”.



Finalista del VII Concurso de Relatos para Leer en Tres Minutos “Luis del Val”, convocado por el Ayuntamiento de la Villa de Sallent de Gállego y el Grupo de Cultura

No hay comentarios:

Publicar un comentario