Una catedral cuya fachada se eleva sobre la nada, tosca y estirada, fruto de un protogótico mejorado por no sé qué inercia y no sé cuánto tiempo.
Un centro histórico chiquito, circunvalado por un río y su juego de fuentes y cascadas.
Un grupo que ataca a Deep Purple, a contramano.
Una asociación sectaria de no españoles que en su nombre afianza los lazos cátaros y masones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario