lunes, 12 de enero de 2015

Pedagogía I (cortometraje)

 
ESCENA 1.  EXTERIOR, ENTRADA DE INSTITUTO, AMANECIENDO.

Un grupo de alumnos entra a primera hora al Instituto Rosalía de Castro en la rúa de San Clemente, caminan sin prisa, animados y con actitud formal y seria. Convergen en la entrada proviniendo algunos de la Alameda otros de la rúa da Trinidade y otros desde O Franco.
Dos de los alumnos se unen antes de cruzar la puerta y se saludan dándose la mano formalmente.
Otro de los alumnos cede la entrada con un gesto educado a quien le precede que recibe la caballerosidad con un agradecimiento con la cabeza.
Entran los últimos alumnos de forma ordenada.




ESCENA 2. INTERIOR, PASILLO DE INSTITUTO, DÍA.

Un pasillo de instituto vacío, circunvalando el claustro del Colexio de San Clemente. En una de sus paredes un reloj marca las 07.58.



ESCENA 3. INTERIOR, AULA DE INSTITUTO, DÍA

Los alumnos de espaldas (atareados, estudiando, leyendo, escribiendo) esperan en el aula la llegada del profesor, la mesa de éste está vacía. Sobre el encerado un reloj marca las 07.59.
Un alumno sentado al principio de la clase se acerca a otro desde su asiento, y señalando una marca en un libro le hace una consulta a su compañero (no se le oye, sólo cuchichear), el otro compañero le mira y le dice algo señalando el libro. Un alumno sentado detrás de ellos, levanta la cabeza de su lectura y silba para mandar callar a sus compañeros, el que está hablando se gira, le mira y hace un gesto de disculpa juntando ambas palmas de la mano, se gira le hace otro gesto a su compañero con el que hace entender que continuará más tarde la explicación y se vuelve a apoyar en su pupitre continuando con sus quehaceres.
El reloj marca las 07.59 y pasa a marcar las 08.00, sonando el timbre de entrada.
Durante unos segundos sigue sonando el timbre de entrada. Los alumnos miran sus relojes, levantan la cabeza para ver el reloj y la silla vacía del profesor y continúan con sus tareas. Uno de los alumnos sentados en la última fila se gira y se acerca al compañero que está sentado a su lado, y le dice resignado.

ALUMNO 1
Otra vez tarde.

ALUMNO 2
Como siempre.

ALUMNO 1
(Resoplando) No le deberíamos dejar entrar.

ALUMNO 2
(Asintiendo) Eso ya lo dije yo la primera vez que se retrasó, pero a estas alturas, qué vamos a hacer (resignado, volviendo a su asiento y siguiendo con su trabajo).

Pasan unos segundos y llega el profesor, a la carrera, con gafas de sol, despeinado, con la camiseta al revés, y los pantalones arrugados. Los alumnos le miran con gesto reprensivo, alguno mira su reloj. Otro alumno, resignado, con rostro serio y amenazante se toca el reloj mientras mira al profesor.

El profesor se disculpa y mientras deja una bolsa de plástico de supermercado en la mesa con libros y otros objetos, comienza a excusarse.

PROFESOR
Uf, lo siento pero se ha pinchado una rueda del autobús y hasta que lo han arreglado…

Los alumnos resoplan desesperados.

PROFESOR
Venga, no perdamos más tiempo, ¿dónde quedamos ayer?

El profesor se acerca a un alumno de primera fila.

ALUMNO
Toca empezar con Aristóteles.

PROFESOR
¿Cómo Aristóteles, pero ya hemos terminado Platón?

ALUMNO
Llevamos todo el curso con Platón.

PROFESOR
¿A sí?¿Lo del dualismo lo hemos visto?

OTRO ALUMNO
Sí, tres veces ya.

PROFESOR
Ah ¿Y lo de la virtud y la teoría ética?

ALUMNO
También (desesperado), lo vimos la semana pasada.

El profesor se echa la mano a la boca, piensa.

PROFESOR
Aristóteles entonces (pensativo).

Se acerca a la mesa del profesor, saca el libro de texto de Filosofía de la bolsa de plástico, lo abre por Aristóteles, se quita las gafas de sol mostrando ojeras y ojillos enrojecidos, suspira, hace un gesto de dolor da cabeza, mira a los alumnos y les dice.

PROFESOR
Aristóteles es que no lo tengo muy preparado, resulta que he estado un poco liado estos días y no he tenido mucho tiempo, pero vamos a repasar El mito de la caverna, que eso sí que es importante.

Los alumnos se quejan.

ALUMNOS
(Desesperados) Cómo. Pero otra vez. Hombre no. Nos lo sabemos de memoria. No me lo puedo creer. Pero si ya cayó en el examen de diciembre.

PROFESOR
A callar, además seguro que cae en selectividad, y aún me lo tenéis que agradecer, venga empezamos.

El profesor se gira y se acerca a la pizarra, busca un tiza, ve que no hay, levanta la cabeza y le dice a una alumna sentada en la primera fila.

PROFESOR
Tú, ¿cómo te llamabas?

 ALUMNA JULIA
Julia.

PROFESOR
Muy bien Julia, vete un momento al aula de al lado y pides un par de tizas. Rápido, rápido, que el mundo de las ideas no puede esperar.

La alumna Julia le mira desesperada, resopla, se levanta y sale del aula.
El profesor la mira, vuelve a la mesa de profesores, saca una botella de agua de la bolsa de plástico, busca en su chaqueta una caja de medicamentos, coge una pastilla y con gestos de aguantar un intenso dolor de cabeza se la toma.



ESCENA 4. INTERIOR, PASILLOS y AULAS DE INSTITUTO, DÍA

La alumna Julia sale del aula, recorre el pasillo hasta la siguiente aula, tiene la puerta cerrada, llama, abre la puerta, y ve a un profesor con los pies encima de la mesa, con un café al lado y un croissant en una mano, leyendo literal y mecánicamente un libro de historia.


PROFESOR DE HISTORIA
… así fue como harto de debates estériles, Estanislao Figueras se alzó indignado para gritar en catalán: «Señores, ya no aguanto más. Voy a serles franco: ¡estoy hasta los cojones de todos nosotros![]”. (Muerde el croissant) Tan harto que el 10 de junio dejó disimuladamente su dimisión en su despacho de Presidencia,[] y tomó el primer tren de la estación de Atocha, del que no se bajó hasta llegar a París.

El profesor mira a la clase.

PROFESOR DE HISTORIA
¿Habéis copiado todo?

Los alumnos están jadeando, sudando, haciendo gestos de que les duele la mano, y asintiendo con la cabeza.
El profesor mira a Julia y le pregunta:

PROFESOR DE HISTORIA
¿Quería usted algo?

ALUMNA JULIA
Venía a pedir una tiza.

PROFESOR DE HISTORIA
(Haciendo un gesto de desprecio) Váyase, no inoportune, aquí no tenemos de eso, la Historia no requiere de tizas para ser contada. (Vuelve a mirar a la clase) Continuemos. (Mira el libro y lee).
Tras la huida a Francia de Figueras, al advertir el vacío de poder, ya iba a pronunciarse el general Manuel Sodas cuando un coronel de la Guardia Civil, José de la Iglesia, (sorbo al café) se presentó con un piquete en el edificio del Congreso…

La alumna Julia deja el aula recorre el pasillo unos metros y entra en otra aula con la puerta abierta, donde el profesor dormita sobre la mesa con la cabeza escondida entre los brazos. Luisa entra, mira a su alrededor, hay algunos alumnos, pocos, estudiando, callados, aplicados.
Julia mira en soporte del encerado y coge un par de tizas sin despertar al profesor, mira por última vez a éste y sale del aula.
La alumna Julia sale al pasillo y se dirige a su aula, se cruza con una profesora que habla por el teléfono móvil.
Seguimos a la profesora de lengua.

PROFESORA DE LENGUA
(Hablando por el teléfono móvil con tonos, risas y gestos acursilados) ¿Con los zapatos negros? Me lo dices en serio, no me lo puedo creer, qué ordinaria, a quién se le ocurre más que a ella ir con esas pintas a una boda (…) no tiene criterio, mira que se lo tengo dicho, Lulú tú nunca brillarás en sociedad…  

La profesora de lengua entra en un aula, deja su bolso sobre la mesa, no saluda a los alumnos, sigue hablando por el teléfono.

PROFESORA DE LENGUA
(Hablando por el móvil) ¿Y la comida? (…) Qué desastre, qué manía lo del sorbete de limón con champagne (…) eso es, se creen la aristocracia terrateniente, si no son más que unos muertos de hambre (…) espera un momento que ya he llegado a clase (dirigiéndose a los alumnos)

La profesora mira a los alumnos, suspende la comunicación y se dirige a la clase.

PROFESORA DE LENGUA
Guardad los libros y los apuntes, examen sorpresa.

Los alumnos que hasta ahora estudiaban en sus pupitres muestran su instantánea  estupefacción.
La profesora reinicia la conversación, mientras se acerca a la ventana que está abierta y mira a través de ella, ve a alguien abajo.

PROFESORA DE LENGUA
(Volviendo a la conversación) Lo que te decía la boda me sacó de onda, nada que ver con la de Guzmán este verano, esa estuvo a otro nivel (…)

A través de la ventana se ve en el patio al profesor de Educación Física (sentado, con unos vaqueros y botas militares, comiendo un bocadillo de chorizo aparatosamente y bebiendo una cerveza), junto a un grupo de alumnos que corren desesperados.



ESCENA 5. EXTERIOR, PATIO DEL INSTITUTO, DÍA

PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA
“Venga panda de vagos, no hagáis que me levante, a correr, más rápido, con más brío, nenazas, como si os estuviera persiguiendo vuestra suegra, que sólo quedan 40 minutos” (mordisco al bocadillo)

La profesora de literatura aparta el teléfono móvil y llama desde la ventana al profesor de Ecuación Física.

PROFESORA DE LITERATURA
Adolfo, Adolfo (saludándolo).

El profesor de Educación física que está sacando un pitillo del bolsillo mira hacia arriba y la saluda.

PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA
Guapa, hermosa, maciza, ojos que te ven.

La profesora de Lengua sonríe ente los piropos y le manda un beso con la mano, se introduce en el aula volviendo a hablar por el móvil.
El profesor de Educación Física vuelve la mirada a sus alumnos, y dice.

PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA
Pero mira que está buena la jodida (calada al cigarro).

Frente a él los alumnos siguen corriendo desesperados, uno se para y trata de respirar sujetándose con las manos en las rodillas, otro de los alumnos se cae al suelo. El profesor de Educación Física se enfada al verlos.

PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA
Pero qué os habéis creído, nenazas, vamos, que aún os queda media hora, vamos, vamos.




ESCENA 6. INTERIOR, AULA DE INSTITUTO, CLASE DE LENGUA, DÍA

Un alumno se gira con cara de desagrado hacia un compañero en el momento en que la profesora de lengua manda el beso junto a la ventana. La profesora regresa desde la ventana y se dirige hacia el centro de la clase, se despide de su interlocutor telefónico.

PROFESORA DE LENGUA
Bueno te dejo que tengo que hacer un examen a los chavales, un beso cariño, muaaaaaaá. (Dirigiéndose a la clase) Bien, sacad un folio en blanco y un boli, apuntad (escribe en la pizarra).

La profesora apunta en la pizarra
“1. Ls unidds dl nibel fonico
2. Q son ls ditongos? Y ls iatos?”

Un alumno levanta la mano y le dice a la profesora.

ALUMNO
Perdone profesora pero ¿nivel no se escribe con v?

PROFESORA DE LENGUA
(Riendo) Vaya con el listo, tú que vas a saber, anda fuera de clase, no te quiero ni ver, y el resto copiad y callad. Tenéis hasta el final de la hora, podéis empezar, vamos, vamos.

El alumno expulsado cabizbajo abandona el aula.
El reloj marca las 08.20. Encadenado de ese mismo reloj transformándose la hora en las 08.49.
La profesora, con el MP3, tararea la canción del Chiquilicuatre, con un espejito y pintándose las uñas. Mira el reloj, se incorpora, guarda los bártulos en la bolsa.

PROFESORA DE LENGUA
Venga ir terminando, que es casi la hora.

Suena el timbre y la profesora se va por la puerta.

PROFESORA DE LENGUA
Hala, se acabó.

Los alumnos le quieren entregar los exámenes antes de que salga, pero ésta dice.

PROFESORA DE LENGUA
Da igual, no me lo entreguéis, aprobado general. Juanillo, toma las llaves, cuando hayáis salido todos cierras la puerta vas a la sala de profesores y se las entregues al primero que veas.

La profesora sale corriendo, dejando al alumno Juanillo con las llaves en una mano, el examen en la otra y cara de sorpresa.



ESCENA 7. INTERIOR. PASILLOS DE INSTITUTO. DÍA.

Desde el pasillo se ve salir de un aula a la profesora de lengua que se cruza con el profesor de historia, le saluda, y el profesor de historia se le queda mirando el culo cuando pasa, y hace un gesto machista. Sale del aula el profesor de filosofía, se encuentra con el de historia y se chocan la mano con varios gestos de jugador de baloncesto, gritando.

PROFESOR DE FILOSOFÍA
¿Qué pasa tío? ¿Cómo estás?

PROFESOR DE HISTORIA
Cojonudo, y ¿tú que tal? ¿A qué hora te fuiste ayer del after? ¿ligaste?

Se cruza algún alumno amedrentado, adelantándoles con mucho respeto.

PROFESOR DE FILOSOFÍA
Uhhh, si te contara, (riéndose) ¿te acuerdas de la rubia?

PROFESOR DE HISTORIA
¡Nooo! (asombrado)

PROFESOR DE FILOSOFÍA
Siiiiiiiiiiií (riéndose).

Siguen andando hasta que llegan a un aula, uno asoma la cabeza y ve al profesor dormido.

PROFESOR DE HISTORIA
Mira a Juan.

PROFESOR DE FILOSOFÍA
(Dirigiéndose al profesor dormido) Juan, despierta, que ya ha acabado la clase.

Ambos profesores entran en el aula, en el pasillo hay un vaivén ordenado de alumnos formales, que hablan a bajo volumen y con respeto.
Junto a la puerta cerrada del despacho del jefe de estudios aparecen una pareja de padres, miran la puerta.

MADRE
Recuerda, no te dejes convencer por lo que te diga, nadie mejor que nosotros para saber como se comporta nuestro hijo.

PADRE
Que no, mi amor, claro que no me dejo convencer.

MADRE
Eso espero. Venga llama.

El padre llama a la puerta.
Se oye desde dentro al jefe de estudios.

JEFE DE ESTUDIOS
Adelante.

La madre abre la puerta.



ESCENA 8. INTERIOR. DESPACHO DEL JEFE DE ESTUDIOS. DÍA.

El jefe de estudios está sentado frente a su ordenador, chateando y jugando a un juego de disparar con un rifle, levanta la cabeza mientras se abre la puerta y aparecen los padres.

MADRE
Buenos días, molestamos.

JEFE DE ESTUDIOS
No se preocupen, estaba un poco liado con el trabajo, pero ya continúo luego (suena el sonido del Messenger). Qué se les ofrece (levantándose).

MADRE
Somos los padres de Antonio Rico.

JEFE DE ESTUDIOS
Ahh, ya, ya, peliagudo, un asunto muy peliagudo ése (dándole la mano a ambos). Tomen asiento, por favor.

Los tres se sientan en sus sillas respectivas.

MADRE
Lo cierto es que estamos muy preocupados por Antonio.

El padre a su lado asiente.

PADRE
Mucho, muy preocupados (apocado)

JEFE DE ESTUDIOS
Normal, normal, nosotros también lo estamos, mira que este chaval comenzó el curso bastante bien, suspendiendo dos o tres y aprobando por los pelos el resto, pero es que esta evaluación no sabemos que hacer con él ¡no ha bajado del notable!

MADRE
(Asintiendo, preocupada) Si hasta en matemáticas que nunca había aprobado más que en septiembre, ha sacado un 9.

JEFE DE ESTUDIOS
Por no hablar de su actitud, se ha juntado con un par de alumnos muy, muy conflictivos, de esos que llevan años y años creando problemas y cuyos padres también están preocupadísimos…

PADRE
Mucho, muy preocupados.

JEFE DE ESTUDIOS
…y se dedican a atender en clase, a ir a la biblioteca durante el recreo, a realizar las actividades del libro de texto, ¡incluso a estudiar!

MADRE
(Santiguándose) Qué locura, es que no lo reconozco (negando con la cabeza), donde acabará este hijo nuestro (casi llorando), aunque parte de culpa creo que también la tienen los profesores, el niño nos ha llegado a decir que la profesora de Física le había mandado leer un libro, ¡un libro!, imagínese, leer un libro, donde vamos a parar (asombrada, sacando un pañuelo para secarse las lágrimas).

JEFE DE ESTUDIOS
(Negando con la cabeza) No, no, no piensen eso, es imposible, jamás ningún profesor de este claustro podría pedirle a un alumno semejante aberración, los profesores de este centro son unos profesionales docentes inigualables; vengan ustedes conmigo y lo verán con sus propios ojos (mira el reloj), estarán ahora en la cafetería descansando entre clases (se levanta), vengan conmigo por favor (se levantan los padres y el jefe de estudios abre la puerta). Unos profesionales como la copa de un pino.

El jefe de estudios abre la puerta y entran gritos de profesores desde el pasillo.



ESCENA 9. INTERIOR. CAFETERÍA. DÍA.

Una primera mesa con cuatro o cinco profesores, con bolsas de gusanitos, cervezas y un par de revistas tipo “Hola”, “superpop”, “Loka”, “Vale”, y el diario “Marca”. Gritando todos a la vez, manteniendo dos conversaciones paralelas incomprensibles, una sobre fútbol y otra sobre prensa de corazón. En otra mesa, al fondo, dos alumnos dialogan seriamente, uno bebe Aquarius y el otro Nestea.
Por la entrada de la cafetería en un lateral, acceden el Jefe de Estudios con los padres del alumno. Se oyen los gritos de fondo de los profesores.
Hablan con profundidad los alumnos con los gritos de fondo.

Antonio, ALUMNO 1
Lo importante es que el propio Wittgestein reniega del Tractatus, pasa a reconocer que el lenguaje es plural, que existe una gran diversidad de juegos de lenguaje.

ALUMNO 2
Eso es, de ahí que cualquier proposición usada dentro de un juego de lenguaje al que no pertenezca resulte absurda.

Antonio Alumno 1, levanta la cabeza y mira hacia la puerta con extrañeza.

Antonio, ALUMNO 1
Pero qué hacen aquí mis padres.

La madre saluda al hijo desde la puerta del bar, el Alumno 2 gira la cabeza mientras que Antonio Alumno 1 se levanta nervioso de su silla y tira sin intención la lata de Aquarius que tiene sobre la mesa. Los profesores se giran y empiezan a señalarle, a reírse de él, y a gritarle “novato” y “tonto, tonto” mientras aporrean la mesa y se ríen a carcajadas.
Antonio el Alumno 1 recoge avergonzado la lata y el Alumno 2 niega con la cabeza suspirando mientras mira a los profesores.
El jefe de estudios sonríe junto a los padres, en la puerta.

MADRE
(Mirando al jefe de estudios, con el padre asintiendo) Pues sí, sí que parecen muy buenos profesores.

Los tres asienten con la cabeza.

JEFE DE ESTUDIOS
Si ya se lo había dicho yo, unos profesionales como la copa de un pino (orgulloso.



ESCENA 10. INTERIOR. PASILLO, AULA y BAÑO DEL INSTITUTO. MEDIODÍA.

Un reloj marca las 13.15.
La profesora de música corre por el pasillo con un radio cassette, vestida de manera siniestra de negro y morado, con la cara pálida, con los ojos y los labios pintados de negro. Entra en un aula, le esperan varios alumnos sentados en su asiento mientras leen partituras, otros componen sobre un pentagrama, simulan tocar el piano sobre la mesa, uno ensaya su voz de tenor. Dejan de hacer sus tareas cuando entra la profesora.

PROFESORA DE MÚSICA
Qué pasa vascaaaaa.

Los alumnos esperan a que ella deje los bártulos sobre la mesa, prepare el CD introduciéndolo y hable.

PROFESORA DE MÚSICA
¿Sabéis de qué vamos a hablar hoy? Y no es de los trucos para participar en Operación Triunfo, que eso ya lo acabamos la semana pasada. Adivinad.

Tres alumnos levantan la mano y esperan su turno, que va dando la profesora.

ALUMNO 1
¿De Monteverdi y el barroco italiano?

La profesora de Música niega con la cabeza y sonríe.

ALUMNO 2
¿De la influencia del canon en Re mayor de Pachelbel en la música moderna?

PROFESORA DE MÚSICA
Frío, frío (niega con la cabeza juguetona y hace un gesto de negación con un dedo).

ALUMNO 3
¿De la música programática y los lieder de Schubert?

PROFESORA DE MÚSICA
Pues no (se hace la interesante mientras enciende el CD y empieza a sonar rock gótico aun altísimo volumen).

La profesora sonríe, los alumnos se tapan los oídos como si les doliera. La profesora para la música, les mira y grita ilusionada:

PROFESORA DE MÚSICA
(entusiasmada) ¡Hoy vamos a hablar de la tercera generación del rock gótico!

Los alumnos miran con cara aterrorizada a la profesora.
La profesora de música les sonríe y dice:

PROFESORA DE MÚSICA
Aunque antes de empezar voy a ir un minutín al baño, vuelvo en un pispás, os dejo la música puesta para que vayáis haciendo oído.

La profesora enciende el CD, el volumen es muy alto, y les hace un gesto de entusiasmo, los alumnos se echan las manos a las orejas. Ella abandona el aula.
La profesora recorre el pasillo y llega al cuarto de baño. Se mete en uno de los habitáculos individuales, cierra la puerta por dentro, saca del bolsillo un paquete de tabaco y un mechero y se enciende un pitillo, con la primera calada hace un gesto de gran placer.
Se fuma una segunda calada y se oyen ruidos al otro lado de la puerta, alguien ha entrado en el baño. La profesora se sobresalta y realiza un escorzo para mirar por debajo de la puerta.
Se intuyen sobras moviéndose por debajo de la puerta.
La profesora apaga el pitillo asustada, mueve las manos para disolver el humo, se levanta y abre la puerta.
Una alumna se lava las manos en el lavabo, la profesora sale de uno de los inodoros, mira a la alumna y dice agachando la cabeza y saliendo rápidamente:

PROFESORA DE MÚSICA
Buenos días.

La alumna no responde, la ve salir extrañada a través del espejo mientras se lava las manos, niega cabeceando.





ESCENA 11. INTERIOR. PASILLO Y AULA. DÍA.

La alumna que se lavaba las manos sale del baño y se dirige a su aula. Llama a la puerta y entra en ella.
La profesora de inglés está sentada en la mesa mandando un sms con su teléfono móvil, se oye un CD de un audiolibro en inglés. Los alumnos apuntan con gran rapidez, desorientados.
La profesora de inglés mira el reloj y para el CD.

PROFESORA DE INGLÉS
(Hablando en inglés) Para mañana me traéis la transcripción completa del texto de Hamlet y la traducción al castellano.

Los alumnos se quedan perplejos, sin poder decir nada, más que “¿cómo?, ¿qué?”.
La profesora de inglés no hace caso a las expresiones de sus alumnos, recoge todos los objetos de la mesa y dice mientras se va:

PROFESORA DE INGLÉS
Y nos vamos ya, que hoy tengo prisa.

Un alumno mira su reloj extrañado.

ALUMNO
Pero si aún quedan 20 minutos.

La profesora se ruboriza un poco, duda.

PROFESORA DE INGLÉS
Ya, pero es que tengo cita con el médico (…) y hay huelga de transportes (duda) y tengo que llevar el coche al taller (…) y tengo que sacar a pasear al perro y recoger a mi hermano en la estación de autobuses que viene desde Murcia (…) y además ya hemos trabajado mucho hoy.

Baja la cabeza y sin despedirse sale del aula.

Los alumnos resoplan con cara de pena, abatidos.
Fundido en negro.

ESCENA 12. EXTERIOR. ENTRADA DEL INSTITUTO. DÍA.

Un grupo de profesores a las puertas del instituto Rosalía de Castro charlan a gritos y juguetean (boxean, se dan patadas, corren) mientras se despiden, y se van alejando.
Suena el timbre de final de clase cuando ya no queda ningún profesor en la entrada.
Salen los alumnos en fila de uno, ordenados, al llegar al exterior se dan la mano formalmente y se despiden, algunos siguen caminando juntos, dos alumnos se alejan y se sientan en un banco de la Ferradura, se les nota tristes, cansados.

ALUMNO 1
Vaya día que nos han dado (resopla).

ALUMNO 2
Yo cada día estoy más desmotivado (resignado).

ALUMNO 1
No sé si será la primavera o las hormonas o que no les interesa nada, pero cada día vienen peor.

ALUMNO 2
No busques excusas, hace 10 años también tenían primaveras y hormonas y no se comportaban así, lo que pasa es que son unos vagos, no muestran ningún interés por nada, vienen aquí a perder el tiempo, a ver a los colegas, a pasar de todo, para eso que se queden en casa y que los aguanten sus hijos.

ALUMNO 1
(Asiente con la cabeza) Si ese es el principal problema, sus hijos.

ALUMNO 2
Ya (resignado). Bueno (levantándose), me voy que quedé a las 4 en la Sala Yago para ver la última de Angelopoulus, ¿si te acuerdas me traes mañana el libro sobre algoritmos?

ALUMNO 1
(Quedándose sentado) Ahh, sí, claro que te lo traigo, buf, es buenísimo, venga hasta mañana.

El alumno 2 se gira y hace un gesto de despedida. Se aleja.
El alumno 1 se queda sentado, triste, viendo como se aleja su compañero, se recuesta, coge un libro de la mochila titulado “Pedagogía I” y comienza a leerlo.

Fundido en negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario